En tu mar
Alejada de la sangre monótona,
me sumerjo en tu bravío mar,
no quiero dejar de vivirte del todo,
no quiero tener que volver a fingir,
pues ya solo me importa
saborear la vida junto a ti.
No quiero lagunas con agua de rencor,
no quiero maletas de odio repletas,
solo deseo la paz que me transporta
a lo mejor que anida en mi interior.
Besaré tus labios de canela,
me tostaré el cuerpo con el sol,
dejaré las obligaciones en la tostadora,
quizás cuando vuelva, solo sean carbón.